Buira Clua, Antoni2021-03-172021-03-172020http://hdl.handle.net/10115/17533Tesis Doctoral leída en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid en 2020. Director de la Tesis: Carlos Aedo PérezLa Península Ibérica representa casi una cuarta parte del área del hotspot de biodiversidad conocido como Cuenca del Mediterráneo, que es el tercero del mundo en número de especies de plantas. La excepcional concentración de endemismos en la región se debe a una compleja interacción del clima, la geomorfología y la actividad tectónica. El elemento más característico del Mediterráneo es el clima marcadamente estacional con veranos secos que se estableció durante el Plioceno, el cual ha tenido importantes implicaciones en la evolución de las plantas. Muchas partes de la región han actuado además como refugio durante los ciclos glaciales-interglaciales del Pleistoceno. Las oscilaciones climáticas causaron que las áreas de distribución de las especies se contrajeran y luego se expandieran nuevamente a medida que el clima se temperaba. Como resultado, muchos linajes mediterráneos diversificaron en ambientes nuevos a través de diferentes procesos evolutivos. Muy probablemente, la litología también ha jugado un papel clave en la diversificación de las plantas mediterráneas, ya que es un factor que contribuye al aislamiento espacio-ecológico. La descripción de la flora endémica ibérica ha sido muy irregular desde que se inició la nomenclatura botánica en 1753. De hecho, el conocimiento de la flora ibérica está todavía incompleto. Afortunadamente, el proyecto Flora iberica ha avanzado considerablemente en los últimos años y a día de hoy se puede estimar con bastante fiabilidad la riqueza de plantas y el endemismo en la Península Ibérica. Del mismo modo, el reciente y rápido aumento de las bases de datos de distribución de especies permite explorar los patrones espaciales de riqueza y endemismo a través de métricas de diversidad espacial. De forma similar, las técnicas de regionalización permiten reconocer e interpretar regiones con una historia biogeográfica común. Sin embargo, los métodos que utilizan solo las especies como unidad de medida dan una imagen incompleta de la diversidad, ya que no incorporan las relaciones evolutivas entre especies. Gracias a la disponibilidad cada vez mayor de secuencias de ADN y a las herramientas analíticas del campo emergente conocido como spatial phylogenetics, es posible evaluar ahora los patrones espaciales del endemismo desde un punto de vista evolutivo e investigar los correlatos ambientales de los centros de neo y paleo-endemismo. Por otro lado, el amplio conocimiento de la ecología de las especies de plantas se puede utilizar para explorar las características relacionadas con la rareza y evaluar la importancia potencial que tiene la diferenciación ecológica en la diversificación de los endemismos de distribución restringida. La rareza es además el principal determinante del riesgo de extinción de una especie, si bien los criterios de la UICN también consideran otros factores como las posibles amenazas futuras y el grado de fragmentación del hábitat. En este sentido, se espera que ciertos entornos ecológicos sean más propensos a contener especies amenazadas que otros y se considera que su detección podría ser útil para encaminar la conservación hacia grupos de plantas vulnerables.engAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacionalhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ecologíaThe endemic flora of the Iberian Peninsula: species richness, spatial phylogenetics and ecological differentiationinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesisinfo:eu-repo/semantics/openAccess2417.91 Flora Mediterránea2417.13 Ecología Vegetal