VALORACIÓN DEL ENTRENAMIENTO CON REFUERZO POSITIVO COMO HERRAMIENTA DE MEJORA DEL BIENESTAR ANIMAL EN AVES PSITÁCIDAS INCAUTADAS DEL GÉNERO ARA

Abstract

El tráfico ilegal de aves trae consigo el aumento del número de animales en los centros CITES y a su vez, el interés por la mejora del bienestar de dichos animales. Muchas de las aves en cautividad presentan estereotipias y comportamientos anómalos que pueden afectar a la salud de los individuos. En este caso, centraremos el estudio en los especímenes del género Ara presentes en el centro cuyo número se ha triplicado en el último año. Con este proyecto, se pretende evaluar si el entrenamiento con refuerzo positivo mejora el bienestar de las aves incautadas. Para ello se valorará si el aprendizaje de determinados ejercicios, a través del entrenamiento con refuerzo positivo, tiene relación con el espacio utilizado en la instalación y la mejora del bienestar de los individuos. En el estudio participaron 18 ejemplares de guacamayos, repartidos en 12 instalaciones. Los grupos de los que está compuesto el estudio son el grupo control (Grupo C), el grupo con diseño de la instalación complejo (Grupo B) y el grupo que además de la instalación compleja, realizarán sesiones de entrenamiento (Grupo A). A causa de que los individuos no llevaban el mismo tiempo en el centro, el estudio se dividió en dos partes. Una primera parte, de 30 días de duración, que se basa en la adaptación al centro, la dieta y al enriquecimiento ambiental ofrecido a los Grupos A y B. Y una segunda parte en la que se empieza las sesiones de entrenamiento del Grupo A y se recogen los datos de heces y zonas de forrajeo para la valoración posterior del uso autónomo de la instalación. A pesar de las complicaciones surgidas durante el estudio, como la no colaboración de dos ejemplares del Grupo A en las sesiones de entrenamiento, los resultados obtenidos fueron significativos (p<0,05) en este grupo. Mostrando diferencias entre el primer día de la toma de datos de heces y forrajeo, con el último día. También pudimos ver como la dispersión en el número de puntos fue mayor en los Grupos A y B frente al grupo control. En lo único que coincidieron los tres grupos fue en la preferencia por las zonas más altas de la instalación, algo común dentro de esta especie. En el caso de los ejemplares que no respondieron positivamente, se adaptó el entrenamiento a cada caso en particular, yendo mucho más lento que con los ejemplares que habían respondido al entrenamiento con refuerzo positivo. Esto nos hace ver la importancia de los estudios etológicos antes de la interacción con el animal. Poder poner contexto a las diferentes conductas o respuestas, hace que podamos adaptar las sesiones y que no sea un momento de estrés, pudiendo conseguir los mismos resultados a pesar de tener que invertir mucho más tiempo.