CARACTERIZACIÓN DE VARIABILIDAD DE FRECUENCIA CARDÍACA UTILIZANDO GENERALIZED MULTISCALE ENTROPY EN ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA

Abstract

La variabilidad de frecuencia cardíaca, del inglés Heart Rate Varibility, se define como el intervalo entre latidos consecutivos o las variaciones entre instantes consecutivos del ritmo cardíaco que ocurren como consecuencia de un complejo balance dinámico y puede ser utilizada para estudiar y tratar enfermedades relacionadas tanto con el sistema cardíaco como con el sistema nervioso autónomo.

La enfermedad arterial periférica (EAP) es una patología consistente en la oclusión de las vías sanguíneas de los miembros inferiores que se caracteriza por introducir cambios en el control autonómico del latido, lo que se refleja y se puede estudiar a través de la HRV

Los métodos basados en la entropía permiten cuantificar la irregularidad de señales fisiológicas; se ha utilizado la entropía anteriormente para cuantificar la HRV creyendo que valores bajos de entropía apuntan a una perturbación de los mecanismos fisiológicos o a una enfermedad, además, aunque no hay consenso sobre los altos valores de entropía, estas técnicas de análisis no lineal nos permiten descubrir patrones que por métodos tradicionales no se podrían conseguir en sistemas dinámicos como los biológicos

El objetivo de este TFG es, mediante el uso de Generalized Multiscale Entropy (GMSE) analizar el HRV para la detección de Enfermedad Arterial Periférica (EAP). Para realizar este estudio se han tomado muestras de distintos sujetos divididos en dos grupos diferenciados: uno de personas sanas o controles, y otro de personas que padecen EAP, dentro de estos grupos se encuentran personas de distinta edad, sexo y condición para que el sesgo entre ambos grupos sea el menor posible.

Los resultados del trabajo muestran como el análisis de la HRV sobre la EAP resulta ser efectivo mediante el uso de la GMSE puesto que es capaz de analizar en distintas escalas temporales la entropía de los sistemas mostrando que un sujeto sano se adapta mejor a los cambios, y por tanto, posee más entropía, que uno enfermo