CONSUMO DE DROGAS COMO POSIBLE DESENCADENANTE DEL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD (TLP)

Abstract

Introduccio¿n: Los trastornos de la personalidad resultan de la interaccio¿n entre factores gene¿ticos y ambientales, aunque su clasificacio¿n pra¿ctica au¿n no esta¿ confirmada. El Trastorno Li¿mite de la Personalidad se caracteriza por inestabilidad emocional e impulsividad, con diagno¿stico basado en criterios cli¿nicos. Por otro lado, la adiccio¿n es una condicio¿n cerebral cro¿nica que se define por la pe¿rdida de control sobre el consumo de drogas, con un impacto significativo a nivel mundial incluso en adultos mayores. Objetivos: Identificar la relacio¿n existente entre el consumo de drogas y la aparicio¿n/exacerbacio¿n del TLP. Metodologi¿a: Se ha realizado una revisio¿n bibliogra¿fica empleando las siguientes bases de datos: Pubmed, Scielo, Dialnet. Resultados: El Trastorno Li¿mite de la Personalidad (TLP) se relaciona estrechamente con el consumo de drogas, especialmente la cocai¿na, como sugieren varios estudios. La alta comorbilidad entre el TLP y los trastornos por consumo de sustancias plantea interrogantes sobre la automedicacio¿n y la bu¿squeda de sensaciones intensas como posibles explicaciones. Adema¿s, se plantea la posibilidad de una interaccio¿n bidireccional, es decir, ambos trastornos se potencian y se desencadenan mutuamente. Por u¿ltimo, se destaca la importancia de comprender las diferencias de ge¿nero en esta comorbilidad, con los hombres mostrando una mayor prevalencia de TLP. Discusio¿n: El consumo de drogas puede influir en el desarrollo del TLP, aunque se necesita ma¿s investigacio¿n para comprender mejor esta relacio¿n. Adema¿s, se observa una estrecha asociacio¿n entre el abuso de sustancias y el TLP. Conclusio¿n: Los trastornos de la personalidad, influenciados por factores gene¿ticos y ambientales, requieren un enfoque integral debido a su alta comorbilidad, especialmente con el abuso de drogas. El TLP, caracterizado por inestabilidad emocional e impulsividad, muestra una estrecha correlacio¿n con el consumo de drogas, evidenciando una interaccio¿n bidireccional.