La evolución del servicio de la mesa en la casa de las reinas hispanas durante el siglo XVI
Abstract
La Casa de Castilla fue el único modelo de servicio de los monarcas castellanos hasta la muerte de Isabel la Católica en 1504. Cuando dos años después, su hija Juana era jurada reina de Castilla en las Cortes de Valladolid de 1506, ésta tenía un servicio al estilo castellano mientras que su esposo Felipe el Hermoso mantenía el servicio de la Casa de Borgoña. En 1507 debido a la delicada salud mental de la reina su marido reclamó ante Fernando el Católico su derecho a gobernar Castilla y con el apoyo de los grupos sociales castellanos, disidentes del rey Fernando, consiguió ejercer como rey. De esta manera el reino castellano fue regido por un monarca cuyo modelo de servicio era la Casa de Borgoña, en el que estaban integrados los principales personajes de las elites flamencas, mientras que la Casa de Castilla quedaba relegada a servir a la reina. La repentina muerte de Felipe motivó que la Casa de Borgoña desapareciese momentáneamente de Castilla, hasta la llegada de Carlos. A partir de entonces, el servicio y la estructura de las casas de las reinas de la Monarquía hispana fue la de Castilla y a este modelo se recurrió para realizar o para justificar cualquier reforma que se llevó a cabo en fecha posterior, mientras que la casa de los reyes fue la de la dinastía a la que pertenecía el monarca; esto es, a partir de 1517, tras la subida al trono de Carlos V, la Casa de Borgoña. Hasta Isabel de Valois los monarcas no se plantearon realizar unas ordenanzas para la casa de la reina, basándose aparentemente, en el modo de servicio de Castilla, ya que hasta el momento ésta no tenía ningunas. En este sentido, este reinado parece como una época de tentativas y pruebas, en donde, probablemente bajo la influencia de los cambios que se operaban en la casa del rey, se fue configurando una etiqueta y un ceremonial específico, las cuales tuvieron que esperar hasta la llegada a Castilla de Ana de Austria. A principios de 1570, las ordenanzas destinadas a fijar no sólo las etiquetas que se debían seguir en su servicio, sino también los gastos y el personal, reglamentando por escrito sus obligaciones y sus privilegios estaban elaboradas a falta de pequeños detalles. Finalmente, a finales de 1575, una vez que se formó la casa, (hubo unas instrucciones secretas el primero de abril de 1574) se pudieron plasmar por escrito la primera etiqueta que definía la casa castellana, modélica para las consortes reales, la cual, puede considerarse las primeras etiquetas originales de carácter normativo para la casa de las reinas españolas. Ahora bien, en estas etiquetas y ordenanzas también quedaron plasmadas las influencias del ceremonial y del servicio borgoñón de la casa del monarca. En este sentido la evolución que se produjo en los oficiales que tenían a cargo la despensa y cocina de palacio así como en la evolución del ceremonial de la mesa es fiel reflejo de esta evolución.
Collections
- Capítulos de Libros [864]