La producción de cine independiente en los mercados internacionales. Análisis del largometraje Arrugas en el mercado japonés

Abstract

finales de los años 30 en la etapa dorada de Hollywood, la mayor parte de la gente que llegaba a la meca del cine buscando hacer carrera no quería ser productor, todos querían ser guionistas, directores de fotografía, directores o actores, pero ninguno productor. Ser productor requería saber de muchas cosas y conocer muchos departamentos. Una profesión de cierta dureza para conseguir objetivos fijados, o como definía el popular productor de Hollywood, David O. Selznick: ¿Por productor de las películas me refiero al hombre que durante la mayor parte del tiempo es el responsable de la creación de esas películas, lo que no es un hecho generalmente conocido Este punto de partida permite resumir que la labor de un productor es para empezar muy desconocida, pero también muy compleja. El estudio de la figura y la labor del productor cinematográfico constituye un campo de conocimiento cuya importancia se deriva del progreso tecnológico y de los cambios socioculturales que han ido aconteciendo desde el propio nacimiento del cine. El error más corriente es considerar que el productor es el que pone el dinero para que se haga la película, cuando las películas en muchos casos no se financian directamente, sino que las financia el mercado en virtud de su potencial de explotación y otras razones que se expondrán en la presente tesis doctoral. Con la figura del productor empiezan a atropellarse definiciones y conceptos que en ocasiones enturbian la auténtica explicación de su labor. Es determinante aclarar, en primer lugar, el concepto vertiginoso que siempre ha dado equivoco a instaurar diferencias entre el productor y el productor independiente, derivando en una respuesta tajante: no existen diferencias puntuales, porque la palabra independiente hace referencia sólo a la empresa productora. Esta investigación atiende al desarrollo del trabajo que desempeña el productor independiente, como lo son la mayoría de las empresas. La diversidad y anacronismo por lo tanto, se implanta porque hay dos tipos de empresas de producciones: la dependiente y la independiente.