Use of Wearables in Frail Institutionalized Older Adults While Ambulating in Different Environments

Abstract

La prolongación de la esperanza de vida suele conllevar el deterioro de la salud, la reducción de la actividad física y dependencia, especialmente en ancianos institucionalizados. La fragilidad, la obesidad, la funcionalidad limitada y el deterioro cognitivo son frecuentes. Los programas de actividad física para este grupo demográfico pueden aumentar el gasto energético semanal y mejorar la fragilidad. Comprender las diferencias entre caminar en interiores y al aire libre es crucial para adaptar los programas. El objetivo de este estudio era comparar el tiempo, el gasto energético y el esfuerzo percibido en ancianos institucionalizados que caminaban en espacios cerrados y al aire libre. También se estudió cómo el índice de masa corporal y los niveles cognitivos afectaban a estos factores. Empleando un enfoque observacional descriptivo transversal, el estudio recopiló datos sobre altura, peso, acelerómetros, la escala de Borg modificada, la prueba Timed Up and Go y el miniexamen cognitivo Lobo de una muestra de 30 adultos mayores institucionalizados. Caminar al aire libre conlleva tiempos de marcha más cortos, un mayor gasto energético y un mayor esfuerzo percibido. Las personas con sobrepeso gastan más energía ambos contextos, mientras que el deterioro cognitivo no influye significativamente en las preferencias a la hora de caminar. El estudio concluye que caminar en interiores es preferible para los ancianos frágiles debido al menor esfuerzo percibido, pero se recomienda caminar al aire libre para los individuos con sobrepeso. El estado cognitivo no influye en la elección del entorno para caminar.