El médico de cabecera al inicio del siglo XXI: entre la curación y la sanación
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2006-10-05
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Resumen
El estudio investiga las actitudes y representaciones sociales del proceso salud/padecimiento/enfermedad y de la relación clínica en Atención Primaria (AP). Se ha buscado la perspectiva poblacional y se ha llevado a cabo mediante una técnica cualitativa, con 12 grupos de discusión. Estos incluyen población española, urbana y periurbana de Madrid, teniendo en cuenta los diferentes biosocioestratos.
El cuidado de la Salud y la atención al padecimiento aparecen como señas de identidad de la AP.
El concepto SALUD surge como un valor, no como un hecho asociado a valores. Se habla de mi salud, en primera persona con sentido de identidad y apropiación personal. La salud no es un objetivo claro, ni con significado compartido por todos los actores sociales.
El padecimiento es la vivencia subjetiva de malestar, dentro del entorno social, con significado para la persona y sin tratamiento biomédico definitivo. Este padecimiento se incluye en las competencias fundamentales del médico de cabecera (MC). La enfermedad como interpretación racional del padecimiento que amenaza la identidad individual y/o colectiva, prefiere ser controlada y dominada por el "especialista" como representante más cualificado de la "madre Ciencia".
El proceso Salud/padecimiento/enfermedad tiene para el hombre una concepción fragmentaria mente/cuerpo, con un discurso analítico en el que prima la razón abstracta y con el predominio de lo físico sobre lo psíquico. Lo psíquico emerge, sin embargo, como elemento colateral, pero siempre presente. Puede interpretarse como una fragilización de su rol social.
La mujer tiene una concepción del proceso más integral que incluye lo físico, lo psíquico, lo emocional y lo relacional. Está en relación con sentirse bien/mal y se centra en el equilibrio personal.
La relación clínica con el MC busca, desde una perspectiva antropológica, entender y aliviar el padecimiento. Entender el padecimiento no es siempre diagnosticar una enfermedad y aliviar el padecimiento no es curar una enfermedad. El MC se encuentra entre la curación de patología banal y la sanación de problemas complejos. Se reclama sanación de lo complejo al profesional más desmitificado. Se da protagonismo, en la curación de la enfermedad más grave, al médico "especialista", el más cualificado.
El MC es solicitado como sanador del presente, NECESARIO para continuar con el tirmo de la vida, por el socioestrato medio-bajo. El socioestrato medio-alto lo UTILIZA como sanador del futuro, en relación con actividades preventivas.
Desde una vertiente sociológica, se busca al MC para participar en el ritual secular que legitime el rol de enfermo, proporcione control y protección. Hay un límite impreciso entre CIENCIA y RITUAL en AP. Mujeres a partir de la edad media y ancianos adquieren mayor protagonismo en el ritual médico en AP. Aparece eficacia simbólica del ritual en el socioestrato medio-bajo, también mayor conflictividad.
En el ritual médico, la CIENCIA concede autoridad profesional y la Institución autoridad legal. La autoridad personal está cuestionada y condiciona la eficacia de la intervención en la relación clínica.
Desde una perspectiva personal, se busca sentido al padecimiento a través de la relación clínica. Se reclama personalizar el padecimiento en situación de fragilidad y/o falta de apoyo social, en todos los biosocioestratos. Se lleva a cabo a través de una relación interpersonal, que da un carácter moral a la relación. Lo moral en la consulta se comparte de forma asimétrica. Por eso, en estos pacientes, la confianza se convierte en el eje central de la relación. Es el punto de inflexión donde el médico se convierte en MI médico.
Arte y Ciencia en AP van íntimamente unidos. La faceta artística, necesaria en el manejo del padecimiento, tiene efectos beneficiosos, efectos secundarios y contraindicaciones que deben ser conocidas y evaluadas para mejorar la calidad de la relación clínica. La investigación cualitativa tiene aquí un papel relevante.
The study investigates the attitudes and social representations of the process health/illness/disease and the clinical relation in Primary Health Care (PHC). A population perspective has been looked for, and it has been carried out by means of a qualitative technique, with 12 discussion groups, which include Spanish population, both urban and outlying, taking into account the different bio-social-stratums. Healthcare and illness care appear as the meaning of the PHC. The concept HEALTH appears as a value, not as a fact associated to values. Health in not a clear objetive, nor has it a meaning shared by all social actors. Illness is the subjetive experience of discomfort in the social environment, with a meaning for the person and without definitive biomedical treatment. This illness in included in the fundamental field of the family physician (FP). The disease as a rational interpretation of the illness which threaten the individual or collective identify is better to be controlled and dominated by the "specialist" as the most qualified representative of the "Mother Science". The clinical relation with the FP aims to understand and relieve to diagnose a disease, and relieve illness is not to treat the disease. The FP finds himself between the treatment of banal pathologies and the healing of complex problems. The healing of the complex is demanded from the most demythologized professional. From a sociological side, the FP is looked for to participate in a secular ritual which legitimize the sick's role, and provide control and protection. There is an imprecise limit between SCIENCE and RITUAL in PHC. More symbolic efficiency of the ritual and also more unrest appear in the middle-low-sociostratum. From a personal perspective, a sense to the illness is looked for through the clinical relation. Art and science in PHC are closely related. The artistic facet, necessary in the handling of the illness has beneficial effects, side effects and counter-indications that must be known and evaluated to improve the quality of the clinical relation. Qualitative investigation play here a very important role.
The study investigates the attitudes and social representations of the process health/illness/disease and the clinical relation in Primary Health Care (PHC). A population perspective has been looked for, and it has been carried out by means of a qualitative technique, with 12 discussion groups, which include Spanish population, both urban and outlying, taking into account the different bio-social-stratums. Healthcare and illness care appear as the meaning of the PHC. The concept HEALTH appears as a value, not as a fact associated to values. Health in not a clear objetive, nor has it a meaning shared by all social actors. Illness is the subjetive experience of discomfort in the social environment, with a meaning for the person and without definitive biomedical treatment. This illness in included in the fundamental field of the family physician (FP). The disease as a rational interpretation of the illness which threaten the individual or collective identify is better to be controlled and dominated by the "specialist" as the most qualified representative of the "Mother Science". The clinical relation with the FP aims to understand and relieve to diagnose a disease, and relieve illness is not to treat the disease. The FP finds himself between the treatment of banal pathologies and the healing of complex problems. The healing of the complex is demanded from the most demythologized professional. From a sociological side, the FP is looked for to participate in a secular ritual which legitimize the sick's role, and provide control and protection. There is an imprecise limit between SCIENCE and RITUAL in PHC. More symbolic efficiency of the ritual and also more unrest appear in the middle-low-sociostratum. From a personal perspective, a sense to the illness is looked for through the clinical relation. Art and science in PHC are closely related. The artistic facet, necessary in the handling of the illness has beneficial effects, side effects and counter-indications that must be known and evaluated to improve the quality of the clinical relation. Qualitative investigation play here a very important role.
Descripción
Tesis Doctoral leída en la Universidad Rey Juan Carlos en octubre de 2006. Directora de la Tesis: Pilar Carrasco Garrido