Las panelistas

Abstract

La narrativa vocacional que sitúa el ideal masculinizado del creador genial en el centro de la disciplina es no solo un fetiche falseado (en términos marxistas) sino una trampa laboral que tiene especial incidencia entre las mujeres que, mayoritariamente desde hace ya décadas, acceden a la profesión. La precarización autoimpuesta o, en los términos de Remedios Zafra, la autoexplotación en aras de alcanzar una vida pospuesta que jamás llegará a sustanciarse, resulta, para las arquitectas españolas, una carga que las precariza en mayor medida que a sus compañeros. Esta carga, esta narrativa tramposa e intencionadamente extractiva, comienza en los espacios formativos que deben, ya con retraso, reformar este aspecto para adecuarse a una profesión que, en un futuro, será muchas cosas, pero será, sobre todo, femenina.