EL PROCESO CONCURSAL: ESTUDIO SOBRE EL CONCURSO DE ACREEDORES EMPRESARIAL

Abstract

El concurso de acreedores es aquel proceso legal que tiene como finalidad afrontar situaciones de insolvencia, las cuales se producen cuando el deudor, que puede ser una persona física o jurídica, no puede hacer frente a sus deudas. Favorece la reestructuración de la deuda y la defensa de los derechos de los acreedores intentando alcanzar acuerdos que salven la empresa o liquidando sus bienes de manera estructurada. Por ello, destacamos que los principales objetivos del proceso son la continuidad de la empresa o la liquidación en el caso de que no sea posible la primera. En cuanto a los tipos de concurso, en función de la persona que lo requiera distinguimos el concurso voluntario, aquel que ha sido solicitado por el propio deudor, y el necesario, que es requerido por los acreedores ante el incumplimiento del deudor de un pago relevante. El procedimiento concursal se compone de varias fases, especialmente de la fase común, en la cual el juez concursal examina la situación financiera y expone un informe acerca de los activos y pasivos, además, tiene lugar el nombramiento de los administradores concursales los cuales ejercen un papel de intermediarios. En la fase de convenio o liquidación se pretende alcanzar un acuerdo entre el deudor y los acreedores que puede incluir quitas o esperas. En caso contrario, tiene lugar la liquidación, en ella se venden todos los activos para ser posteriormente distribuidos entre los acreedores. Finalmente, en la fase de calificación se establece si la insolvencia fue fortuita o culpable. Las funciones que desarrolla el juez concursal son vigilar el procedimiento y adoptar las decisiones más importantes, el administrador concursal se encarga de velar por los intereses de los acreedores y administrar el proceso, y el deudor, contribuye activamente en la administración de su patrimonio o puede ser destituido de sus poderes dependiendo de la fase del proceso. En consecuencia, la limitación en la gestión del deudor sobre su patrimonio garantiza una posibilidad de continuar aunque bajo la supervisión de la administración concursal. En el caso de los acreedores, se incrementan las posibilidades de recuperar sus créditos. El concurso de acreedores viene regulado en el Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal, y pretende igualar los intereses entre deudor y acreedores, favoreciendo la continuidad de la actividad económica cuando sea posible.